En la teoría de la ciencia, la regularidad de los procesos en la naturaleza se denomina ley de la naturaleza. Las leyes naturales se diferencian de otras leyes en que los seres humanos no pueden ponerlas en vigor ni anularlas a su discreción. En tal sentido, la composición química del agua es indudablemente una ley natural, en tanto el hombre no puede modificarla sin modificar las características inherentes del agua como tal.