Donde sea que te encuentres ahora mismo, tendrás que volar un gran número de horas para llegar a Australia, sumadas a las horas que pasarás en los aeropuertos esperando tus vuelos de conexión, ya que pocos países en el continente americano cuentan con vuelos directos a alguna ciudad australiana (por lo general, Sydney o Melbourne).
Pero esta entrada no se trata de cómo mantener la cordura en un vuelo tan extenso (seguramente lo abordaremos en otra ocasión), sino de cómo ese gran sacrificio se ve recompensando al llegar a Australia y disfrutar, así sea de forma temporal, de una de las mejores calidades de vida en el mundo.
A propósito, ¿qué significa eso de calidad de vida? Seguro lo has leído en muchas partes. Es un concepto en el cual las ciudades australianas aparecen clasificadas como las mejores del mundo (The Economist, 2018) y, como país, Australia aparece en el segundo puesto en el índice de Desarrollo Humano de la ONU, que, palabras más palabras menos, evalúa la calidad de vida.
Pero dar solo cifras y porcentajes de indicadores de bienestar puede ser aburrido. Por eso queremos mostrarte aspectos en los que esta calidad de vida se hace evidente.
¿Cómo se experimenta realmente la calidad de vida en Australia?
Es decir, para un visitante, turista o estudiante internacional, ¿dónde se notará esta extraordinaria calidad de vida?
Pues bien, aunque estos rankings e indicadores se basan mucho en aspectos que principalmente afectan a los locales (educación básica, servicio de salud, etc.), habrá muchos momentos en que notarás y te beneficiarás de estar en un lugar en el que, en términos globales, se vive bien.
Y si bien estos privilegios que mencionaremos podrías encontrarlos (en mayor o menor medida) en otros países del "primer mundo", en Australia se combinan de forma excelente, y el país tiene algo especial que hace que los vivas con más intensidad.
Transporte público
En cada una de las ciudades hay diversidad de opciones de transporte público en torno a un sistema integrado (con tarjetas llave) que te hará llegar a cualquier lugar a tiempo. Por ejemplo, en Melbourne y Sydney, que son verdaderas metrópolis, los trenes y tranvías son limpios, puntuales y, por lo general, no andan muy llenos, ya que hay una buena distribución de líneas y rutas. En Perth tienes la ventaja adicional de que el transporte es gratis para estudiantes (locales y extranjeros) en el centro de la ciudad. Las bicicletas de alquiler son bastante populares también y puedes tomar una aunque no seas residente, y sin necesidad de registrarte en ningún lado, simplemente pasando tu tarjeta de crédito por una de las estacione